¿Dónde estabas cuando no tenias nada que perder?,
ahora tu espalda ya tiene un peso y te cuesta acercarte aquí,
lo entiendo, no podrías volar así aunque lo intentes,
ahora tu espalda ya tiene un peso y te cuesta acercarte aquí,
lo entiendo, no podrías volar así aunque lo intentes,
¿Dónde deje mi reloj de arena?,
creo lo olvidé en el desierto,
¿cuando nos volveremos a ver?, quizá te visite yo alguna vez, vos sabes, no todos
pensamos lo mismo, aunque en estos tiempos siguen siendo millones los iguales,
con los mismos sueños, con los mismos karmas, ¿cuando fue que nos marcaron el
camino?, debió ser hace mucho, porque no recuerdo el momento en que empezamos a
competir, ¡¿qué suerte la mía de volverme loco no?! Y también… como no me iba a
volver loco, con esa gente pidiéndome que sea útil para la sociedad, ¿Qué ha
hecho la sociedad por mi más que dejar locos a todos los que amo?, por lo menos
ahora que soy loco no me joden, y del manicomio no fue muy difícil irse, la
puerta está siempre abierta,
ahora me dirijo al norte, dicen que estas épocas de
fríos fuertes allá no existe, y que te dan cosas para tomar adentro de un coco,
y bueno por lo menos estoy a salvo de los profesores y los golpes, también conocí una chica, ella dice que yo no estoy tan loco, que solo me hicieron sufrir
mucho, yo la verdad no sé, desde que ando por el mundo estoy mejor, y ahora que
aprendí a volar ya no me preocupo demasiado, son estos momentos en los que
llueve como ahora en lo que paro un rato en alguna garita y te escribo, pero a
veces me olvido y dejo el papel en cualquier lado,
de todas formas... no importa, de seguro estas de apuros para leerla, viste que allá en la ciudad todo va a
otro tiempo.
Bueno, ya esta parando, tengo que seguir, las gaviotas me esperan en la esquina.
Bueno, ya esta parando, tengo que seguir, las gaviotas me esperan en la esquina.