miércoles, 3 de abril de 2013






Sabremos lo que somos cuando lo intentemos,
 cuando dejemos de rogarle al padre y de temerle a la muerte.
 Criaturas vacías,
 ¿qué somos más que eso en realidad?,
 No se puede saberlo si no se penetra en
el inconsciente oscuro, 
pues, ¿que somos más que de lo que nosotros hicieron en la infancia? 
solo éramos pequeñas esponjas, llenas de poder y misterio, y nos dieron las letras, los libros, la música y el arte, pero tuvo su precio, nos dieron las lenguas, las visiones, los talentos, nos dieron el bien y el mal, nos llenaron de prejuicios y dicotomìas, nos partieron en dolores y llantos, nos dieron traumas, nos quitaron la inocencia, nos robaron el misterio, nos llenaron de ilusiones, nos convirtieron en ellos, SI! eso es! nos llenaron con lo que sus descendientes hicieron con ellos mismos! 
Y tú! tú que solo querías crecer y ser, no tú ni lo de ahora, sino ser... 
 Solo querías saber lo que el cosmos tenia para darte, sin invenciones pasadas, sin la mano manipuladora del hombre en el medio,
  pero la interrupción estaba allí como destino, lograron contaminar, ya no sabemos lo que realmente somos, ahora estamos como pequeños humanos liberándonos de lo que no somos, tratando de pasar de la barbarie a la verdadera civilización, y cuando esa carga se vaya totalmente, ese peso que viene de costumbres y antepasados y pensamientos primitivos y deficientes, lleno de dolores y ardores que el tiempo no supo olvidar, será allí cuando vuelva el misterio y regrese la inocencia, vuelva lo que somos todos y uno,
 ¡vuelva la naturaleza a expesarse en su más alta belleza!,  
¡la plenitud y el bagaje!,
 ¡El navegante en el oficio del tiempo!

 pero sabremos lo que somos cuando lo intentemos, 
cuando dejemos de rogarle al padre,
y de temerle a la muerte.


                           

 

 

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